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¡Me apunto ya!

A pesar de ser un concepto relativamente nuevo, la conducción eficiente lleva ya algún tiempo siendo el plan de ruta que le facilitamos a nuestros alumnos para que aprendan a llevar un vehículo de la mejor manera posible. Esta forma de conducir tiene como principal objetivo respetar el medio ambiente y comprometerse con su cuidado, por lo que las técnicas de conducción que se engloban dentro de esta modalidad están destinadas a lograr un bajo consumo de carburante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y con ello, la contaminación. Llevar un coche puede parecer un hecho prácticamente insustancial, pero lo cierto es que el modo de llevarlo puede ser decisivo para alargar la vida de nuestro planeta.

No obstante, el respeto a nuestro entorno no es la única ventaja que ofrece esta forma de circular por las vías tanto urbanas como interurbanas. Las técnicas de conducción eficiente también ayudan a lograr un confort mucho mayor cuando se va al volante, ayuda a disminuir la sensación de fatiga (algo que te será de gran ayuda en viajes largos como te indicamos aquí) y, además, reduce considerablemente las situaciones de riesgo y peligro en la carretera. Como el término ‘eficiente’ indica, llevarás los mandos del vehículo de la manera más correcta posible, la conducción será mucho más eficaz en todos los sentidos, lo que evitará que te puedas meter en problemas durante tus viajes y trayectos al volante.

Sigue los consejos de conducción eficiente y ganarás confort y seguridad al volante

Para entrar un poco más en materia, diremos que esta forma de conducir se rige por una serie de normas sencillas que no requieren grandes niveles de destreza ni de habilidad a los mandos de un vehículo. Las reglas de conducción eficiente tratan principalmente de aprovechar las posibilidades que ofrecen los motores con los que están equipados la gran mayoría de los coches actuales. A pesar de este compromiso, la eficiencia ha sido uno de los elementos más olvidados a la hora de diseñar los vehículos por parte de los fabricantes, aunque los propios conductores tampoco han tenido especial cuidado con este asunto.

Hacer rugir al motor o conducir a velocidades elevadas eran no hace mucho las principales prioridades en la carretera para algunos (lamentablemente para una minoría lo sigue siendo), pero ahora ya no. Al menos, ya no tanto. Según datos extraídos de la propia Dirección General de Tráfico (DGT), el uso de vehículos en España quema más de la mitad del petróleo que consume. Se trata de un dato alarmante que ha hecho que altos cargos, centros de formación y conductores se replanteen un cambio, y vamos a entrar de lleno en él.

Cuáles son realmente las ventajas de la conducción eficiente

Para que sea más fácil la comprensión de toda esta información, enumeraremos en distintos puntos temáticos los aspectos positivos que aporta conducir de esta manera. Estas ventajas también las podrás experimentar si aprendes a ser mejor conductos siguiendo los consejos que te dejamos en este enlace. No obstante, vamos a centrarnos en el tema que nos atañe.

Disminuye la tensión al volante

Tanto si has conducido como si has estado de pasajero en un turismo u otro tipo de automóvil, seguro que has experimentado en tus propias carnes la horrible sensación que produce el tráfico en momentos de gran aglomeración de vehículos. Un atasco, sobre todo, el ruido que genera, es capaz de sacar de quicio hasta a los peatones que caminan al lado de la vía. Este tipo de conducción evita el estrés de estas situaciones, que aunque en algunos casos puedan ser ineludibles, sí se pueden reducir.

Mejora el confort y la experiencia de conducción

Frenazos, acelerones… Todo este tipo de maniobras bruscas lo único que harán es perjudicarnos de diferente manera. En primer lugar, estaremos gastando más combustible y dañando el medio ambiente; en segundo, estaremos menos preparados y tendremos menos tiempo de reacción para afrontar una situación de conflicto, y en tercero, llevar este ritmo de conducción tan inestable hará que tengamos una mayor fatiga al volante como hemos dicho en el punto anterior. No olvidéis llevar un ritmo pausado y aumentar o reducir las marchas del coche de la forma adecuada.

Ahorrarás carburante y reducirás la probabilidad de tener que pasar por el taller

Los términos conducción eficiente diesel o conducción eficiente gasolina son alguna de las búsquedas más solicitadas en Google. Esto demuestra que existe una gran concienciación con este asunto, pero también, un gran desconocimiento.

El principal factor que influye en el consumo del vehículo no es el tipo de combustible que lleva en el motor, ¿sabéis cuál es? El comportamiento y la actitud del conductor. Si forzamos el vehículo a hacer maniobras arriesgadas, si no ponemos atención a las señales -como por ejemplo a las de stop o ceda como indicamos en este artículo– y no indicamos con el intermitente nuestros movimientos… estaremos comprometiendo nuestra seguridad y también la de los demás. Evitar daños con volantazos bruscos acabará generando un aumento en los costes de mantenimiento a largo plazo. El coche es como nuestro cuerpo, someterlo a esfuerzos poco naturales nos hará gastar más y que a largo plazo, haya que llevarlo a su médico especialista. Y entonces además de sufrir tu coche, sufrirá (más aún) tu bolsillo.

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