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Un conductor experimentado conoce de sobra todos los posibles problemas mecánicos a los que puede enfrentarse un coche. La escena de terror que se origina cuando observamos alguna luz del tablero encenderse, es algo que ningún conductor le desea ni siquiera a su peor enemigo. Sin embargo, nuestro coche nos habla, nos comunica sus dolencias y nos implora que nos hagamos cargo de ellas lo antes posible. Al fin y al cabo, nos interesa mantener la vida útil de nuestro coche lo más larga posible. Es aquí cuando el líquido refrigerante coche entra en escena, jugando un papel esencial en el correcto cuidado de nuestros vehículos.

Mantener correctamente regulada la temperatura del motor de nuestro coche es fundamental para evitar el sobrecalentamiento, el cual a su vez deriva en problemas mecánicos más graves que requieren reemplazo inmediato de piezas costosas. Saber conducir implica mucho más que simplemente trasladar un vehículo de un lugar a otro sin sufrir un percance.

Un buen conductor tiene conocimientos suficientes sobre la mecánica general de un vehículo, para así poder resolver los inconvenientes que se presenten en la cotidianidad. Por supuesto, el termostato y los ventiladores son unos de los principales componentes encargados de regular las altas temperaturas que nuestro vehículo pueda sufrir, pero sin el líquido refrigerante de coches la eficiencia global del sistema de regulación no sería la adecuada.

¿Qué es exactamente el líquido refrigerante?

Los vehículos que usamos en nuestro día a día no son máquinas sencillas. El alto grado de exigencia al que los ponemos a prueba deriva en la necesidad de mantener el funcionamiento óptimo del coche. Los coches no sólo deben lidiar con esto, también deben soportar las inclemencias del clima 24 horas al día, 7 días a la semana. Si el motor está muy caliente, no funcionará bien. Si el motor está muy frío, tampoco funcionará adecuadamente.

El líquido refrigerante es un compuesto químico a base de etilenglicol que actúa como el factor de equilibrio en la temperatura de un coche. Usualmente, trabaja en un rango térmico que oscila entre -30ºC y 140 ºC, lo cual proporciona un rango bastante amplio considerando que la temperatura óptima de un motor está en torno a los 90ºC.

No hace falta destacar la importancia del motor en nuestro vehículo. Si este no funciona, entonces el coche no cumplirá su propósito principal. Mantener la maquinaria libre de temperaturas extremas, ya sean muy bajas o muy altas, es el trabajo del líquido refrigerante. Además, los aditivos anticorrosivos y lubricantes incluidos en su composición sirven para proteger los metales del circuito, asegurando el funcionamiento óptimo del mismo mientras, además, lo mantiene totalmente limpio.

Líquido refrigerante motor

Cuándo y cómo cambiar este líquido

Generalmente, el líquido refrigerante no pierde su capacidad anticongelante a menos de que se le someta a condiciones extremas. No obstante, las propiedades protectoras y anticorrosivas se deterioran a medida que pasa el tiempo. Esto quiere decir que el líquido puede servir para mantener la temperatura en el rango deseado, pero si no se cambia a tiempo puede ser el causante del daño de algunas de las piezas que integran a los sistemas de tu vehículo.

En nuestra autoescuela en Alicante le proporcionamos a nuestros alumnos los conocimientos necesarios para conducir de forma adecuada, al mismo tiempo que se preserva el funcionamiento del coche mediante su uso correcto. Por ende, es necesario hacer énfasis en la necesidad de revisar el líquido refrigerante cada 20.000 kilómetros o cuando el motor esté sometido a temperaturas de riesgo.

Además, se debe cambiar de forma obligatoria cada dos años o cada 40.000 kilómetros recorridos. No es muy difícil efectuar por nuestra cuenta el cambio del líquido. Se debe expulsar el líquido refrigerante sobrante del depósito en el coche, limpiarlo con agua hasta que ésta salga totalmente limpia y rellenarlo con nuevo líquido listo para ser usado. Sin embargo, es recomendable dejar este trabajo en manos de profesionales capacitados para eliminar cualquier factor de riesgo durante el proceso de cambio.

Von Roben nos explica como cambiar el líquido refrigerante o anticongelante de nuestro coche

Tipos de refrigerantes

El primero, y el más usado, es el refrigerante y anticorrosivo. Este contiene ciertos aditivos esenciales que previenen la corrosión y proveen un control adecuado de la temperatura. El refrigerante anticongelante está recomendado específicamente para zonas con climas muy fríos, donde a los 0 grados suelen congelarse los líquidos comunes de nuestro coche.

Ten en cuenta que si el coche ha sufrido un largo uso y ya presenta síntomas de corrosión, lo mejor será contar con la ayuda de un refrigerante verde. En última instancia, si no tienes un líquido refrigerante para vehículo a la mano, se recomienda usar agua destilada o desmineralizada para rellenar el depósito y cubrir la cantidad faltante. Existen muchas alternativas para solucionar el problema de la refrigeración. Evitar que el daño que sufra nuestro coche sea profundo es una tarea que siempre debemos tener en mente.

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