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¡Me apunto ya!

Vista de una chica desesperada porque no consigue aprobar el examen práctico de conducir.

Es normal caer en la desesperación y que el estrés se adueñe de nosotros cuando aprobar el examen práctico de conducir se nos resiste más de la cuenta. Sabemos de sobra que no es una sensación agradable caer una y otra vez en esos errores al volante que acaban tirando por la borda nuestras opciones de aprobado, pero ha llegado la hora de ser fuerte mentalmente, ya que ahí reside el 90% de las opciones de reponernos e ir a la próxima convocatoria con garantías reales de salir con el coche con la L bajo el brazo.

No te preocupes, es comprensible que te haya entrado cierto miedo escénico al examen práctico de conducir si has encadenado varias convocatorias suspensas, sobre todo si las causas de tus ‘no aptos’ han sido esos fallos tan tontos como eliminatorios. Si es tu caso, estamos convencidos de que la razón de tus errores no es la falta de conocimiento o habilidad al volante, sino simplemente, la falta de confianza.

Los nervios suelen ser muy traicioneros, ya que aunque intentemos que no nos afecten, acabamos desconcentrándonos en el intento de quitárnoslos de la cabeza. Entonces, ¿cuál es la (maldita) solución para superar el nerviosismo y poder así aprobar el práctico de conducir?

Cómo vencer los nervios y aprobar el examen práctico de conducir

Más que saber cómo aprobar el examen práctico de conducir, la pregunta que más se hacen la mayoría de los alumnos es cómo vencer los nervios. El sudor frío de las manos, las piernas algo temblorosas, el dolor estomacal… son síntomas que muchos aspirantes llevan consigo el día de la prueba definitiva, y a pesar de ello, consiguen aprobar. No obstante, esos estímulos negativos pueden reducir nuestra habilidad al volante, fatigarnos y hacernos tomar peores decisiones o disminuir nuestros reflejos, o alterar nuestro control de los pedales. Es decir, siempre va ser mejor ir al examen de conducir sin la compañía de estos incómodos factores externos, ¿pero existe algún método seguro para librarse de ellos?

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La mejor medicina para ello es, durante la semana previa del examen, haberte reconciliado con tu seguridad y habilidad al volante. La formación es el camino más rápido para alejarse de los nervios. Así que bórdalo como tú sabes en las prácticas previas, conoce lo máximo posible las zonas de examen e incluso, atrévete a tener algún ligero fallito. Nunca está de más, de hecho a veces hasta se agradece cometer un pequeño error en las prácticas para pulir algún defecto. Ir al examen siendo consciente de algo que no debes hacer ante una situación de tráfico concreta (superar obstáculos, estacionamientos en zonas más complejas, cedas con poca visibilidad, etc.) te hará estar más tranquilo y seguro de tus posibilidades de aprobar.

Aprender a conducir es un trabajo constante, y tener la sensación de que has adquirido nuevos conocimientos genera un efecto muy reconfortante para nuestro ánimo y confianza. Así que como te hemos dicho, no temas enfrentarte a situaciones complejas o desconocidas durante las prácticas, ya que la enseñanza que saques de ellas será muy valiosa para el día del examen de conducir.

En cuanto a la cantidad de clases, depende de la persona. Hay quien necesita pasarse la semana de antes metido en el coche, y hay quien prefiere pasar la semana previa con un ritmo de prácticas normal. Nuestra recomendación es que no te obsesiones y no hagas más clases de las que el cuerpo te pida. Así que no te satures a ti mismo, haz las necesarias, ir a una práctica cansado puede provocar que nos salga rematadamente mal, y lastrar con ello nuestra confianza de cara al examen.

No te obsesiones tampoco con los criterios de calificación del examinador el día del examen. Ve confiado, llevas tiempo preparándote y ¡tú puedes con todo!

Cómo relajarse el día del examen de conducir

Con estos consejos para el examen práctico de conducir, estamos totalmente convencidos de que afrontarás el día de la prueba con una seguridad en ti mismo que te hará ir mucho más seguro al volante. Pero si estas recomendaciones relacionadas con la conducción y la formación no son suficientes, quizá necesites saber más acerca de algunas técnicas y hábitos para evitar los nervios y sus síntomas y poder así, aumentar tus opciones de aprobar el examen práctico de conducir.

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Para ir con una relajación óptima al examen de conducir, es importante haber descansado bien la noche anterior. Duerme 8 horas como mínimo, ir descansado es algo que se agradece muchísimo, ya que la fatiga de haber dormido poco o mal puede ponernos sin darnos cuenta más nerviosos. Además, si reposamos bien, no nos hará faltar tomar ningún café para reactivarnos, ya que no hay sustancia menos recomendable para afrontar el examen que la cafeína, cuantos menos estimulantes de este tipo metamos al cuerpo, mejor. Eso sí, una tila o infusión siempre ayudará paliar los nervios.

No vayas con la hora justa, lo que menos necesitas antes del examen es pasar por una emoción fuerte, así que evita las prisas y ve con tiempo de sobra para evitar el típico estrés de si llego o no llego. Si no quieres que el tiempo de espera se convierta en un foco de nervios, intenta escuchar música, leer un libro… o algo que te mantenga distraído.

En resumidas cuentas…

Ahora que conoces todos estos trucos que te hemos aportado cuando te estabas lamentando diciendo «no consigo aprobar el práctico de conducir» sólo te queda empezar a aplicarlos y te aseguramos que… ¡aprobarás a la primera!

Como hemos dicho antes, no te satures. Ah, ¡y buena suerte!

2 comentarios

  1. Estoy muy frustrada,no puedo aprobar es la tercera y se me resiste cada vez tengo menos confianza en mi,al principio no me pasaba esto y ahora me veo cada vez más torpe

    1. Entiendo completamente tu frustración; es muy común que a medida que uno enfrenta varios intentos, los nervios y la presión aumenten. No te castigues demasiado; cada intento es una oportunidad para mejorar y aprender algo nuevo. A veces, dar un paso atrás y retomar con una mentalidad más relajada puede marcar la diferencia. Piensa en cada examen como una práctica más y no en un «todo o nada». Tal vez te ayude tomar unas clases adicionales para reforzar los puntos en los que te sientas más insegura y, sobre todo, confía en todo el camino que has recorrido. ¡Ánimo, que ya estás más cerca de lo que crees!

      ¡Mucho ánimo!.

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